Maikel Rodríguez Blanco
Óliver Vázquez Díez
El medio ambiente, todo lo que nos rodea, el agua, el aire, los animales, todo aquello con lo que no podríamos vivir, forma una parte más que importante de nuestra vida, ya que sin ellos no existiría vida humana.
AIRE
En la montaña el aire será puro, libre, pero en las grandes ciudades industrializadas, el aire está contaminado, lleno de residuos de las decenas de empresas, industrias y grandes compañías, que cada día lanzan a nuestros aires CO2, y otros gases tóxicos que están haciendo que día tras día el cielo se esté volviendo oscuro, a una velocidad grande.
TIERRA
La tierra es nuestro planeta, donde pisamos, donde hacemos nuestra vida. En la tierra edificamos, plantamos, caminamos sobre ella, en fin, vivimos. La tierra está presente allí donde vayas.
La tierra separa el mar de la ciudad, entretiene a los niños pequeños en los parques, se utiliza en competiciones deportivas como tenis o voleibol, está presente en nosotros.
AGUA
El agua fue el inicio de la vida. Forma el 70% de nuestro cuerpo y del planeta. Sin ella no resistiríamos ni 2 días. Los seres vivos dependemos del agua, ya que ni nosotros, ni los animales, ni las plantas, podrían vivir sin ella.
El agua también forma parte de nuestra diversión, ya que está presente en lugares que nos proporcionan una diversión, lugares tales como la playa, la piscina. Cientos de ríos transportan agua por nuestro país hasta llegar a los mares u océanos.
El agua es un símbolo de vida.
SERES VIVOS
Los seres vivos somos los que más disfrutamos de los recursos, y a la vez, los que más los destrozamos o desgastamos.
Somos tan inconscientes de los problemas del medio ambiente, que no nos preocupa el paisaje que se encontrarán nuestros hijos en el futuro, y hasta que no pase algo importante, no haremos nada, como siempre. Somos tan irrespetuosos con la naturaleza que la destrozamos constantemente, y no nos damos cuenta que con un pequeño gesto como es el de reciclar o simplemente tirar el envoltorio de un caramelo a una papelera estamos respetando una cosa tan importante como es el paisaje que nos rodea y con el que vivimos.
Tenemos que escuchar las necesidades del medio ambiente, como quiere transmitirnos Perejaume en su obra “Microfons”, en la que muestra una fotografía en la que se aprecia una montaña al lado de un mar, y todo lleno de micrófonos apuntando hacia todas las direcciones, el mar, la montaña, el cielo, la vegetación.
Tenemos que prestar más atención a la naturaleza, ya que ella nos proporciona varias cosas a nosotros.
No nos damos cuenta que lo que estamos haciendo ahora repercutirá en un futuro, y que los perjudicados vamos a ser todos.
El ser humano tiene varios caminos que puede elegir en su vida, al igual que con la naturaleza, y eso es lo que nos da a entender Jorge Perianes en una obra “Untitled” o “Sin título”, que es una instalación, pintura con escaleras y muñecos. Las escaleras estan situadas enfrente de una pintura de en campo de hierba, y los muñecos están encima de las escaleras. Las escaleras están a distintas alturas, y muestran los distintos caminos del hombre ante la naturaleza.
En cuanto a las plantas que recubren las praderas y los campos, y a los animales que cada vez menos, abundan en el paisaje, solo decir que ellos también sufren por nuestros actos.
El ser humano es el peor enemigo para si mismo, ya que se mata a si mismo, se hiere, y en el caso del medio ambiente, está destrozando se hábitat natural y la de millones de plantas y animales.
La relación que el hombre ha tenido a lo largo de la historia con el medio ha sido siempre, ahora más que nunca, de un aprovechamiento de los recursos que ella nos ofrece a nosotros.
Ahora, como ya dije antes, nos estamos pasando con el aprovechamiento de recursos, ya que algunos de ellos empiezan a escasear.
Un ejemplo lo tenemos en la obra “Domingos” del artista Xavier Ribas, en la que se aprecian varias fotografías de personas disfrutando de un día tranquilo en lugares como descampados o en medio de un bosque.
El artista muestra cómo la gente ya no respeta ningún lugar con tal de disfrutar ellos.
Otro de los ejemplos más claros del aprovechamiento y explotación máxima de los recursos que nos brinda la naturaleza, es la obra de Sergio Belinchón “Ciudades efímeras”, en la que Sergio nos muestra varias fotografías de edificios, la gran mayoría bastante grandes, situados en la costa española, muy cerca de las playas, violando la ley vigente mientras que las autoridades no hacen nada.
Muestra como los constructores aprovechan hasta el más mínimo hueco de tierra libre, sin importarles el lugar.
Además, como ya dije anteriormente, líneas antes, éstos edificios suelen tener numerosos pisos, lo que influye a un mayor contraste entre la playa desierta y los grandes edificios (u hoteles) que cada día están más cerca del agua, como se puede apreciar en una de las fotografías de Sergio.
La evolución, o cambio histórico, de la costa playera española ha sido espectacular en los últimos años.
Hemos pasado de ser el país que más y mejor costa playera tenía a un país en el que la distancia entre la línea de mar y la ciudad es apenas en algunas ocasiones de 50 metros o incluso menos.
Uno de los lugares más afectados por este fenómeno es la costa levantina española (Cataluña, Comunidad Valencia, Región de Murcia, y Andalucía).
Ésta zona es la que más esta sufriendo esta moda de “urbanización”, un problema que además trae consigo otro problema que es la corrupción, tan famosa últimamente sobre todo en Marbella.
Un tema que está en relación con este es el de la contaminación. Los materiales de los edificios pueden producir daños en el mar. Los escombros, o los vertidos cañerías o tuberías, pueden perjudicar seriamente a las aguas salinas del mar.
Pero no solo la construcción puede causar contaminación en el mar. Uno de los de los mayores desastres que ha habido en España en los últimos años ha sido el Prestige, un petrolero que se hundió en la costa gallega, dejando tras de él, un rastro negro viscoso. Lo mismo ocurre en la imagen de la obra de Allan Sekula. Varias imágenes muestran cómo trabajadores limpian el fuel de las rocas y playas.
El aire es otro de los elementos que conforman el medio ambiente que se ve dañado por la acción del hombre. Uno de los problemas más importantes de nuestra sociedad es el efecto invernadero. Las emisiones de CO2 de coches, calefacciones y grandes compañías, provocan un aumento del agujero en la capa de ozono de provoca el recalentamiento de la tierra. Esos mismos gases hacen que el calor que desprende la tierra, no pueda salir de la atmósfera por la capa y rebote contra la tierra, y las temperaturas de la tierra suban.
La contaminación está directamente relacionada con el cambio climático.
En parte el cambio climático está producido por el efecto invernadero, ya que éste produce una subida de las temperaturas, lo que produce una alteración en el comportamiento del tiempo atmosférico, y también que los polos se derritan, y hagan que el nivel del agua suba, lo que puede acabar con la desaparición de algunas porciones de tierra como las islas.
Una obra que habla del cambio climático es la del artista Federico Guzmán, “Plante lo que crea conveniente”, una instalación con un mundo al que le falta la parte de arriba, y encima de él una luz potente que lo alumbra.
Alguna de las maneras por las que nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para que esto no suceda es el reciclaje.
Todos los días tiramos kilos de desperdicios, la mayoría se podría reciclar.
Pocas personas disponen en sus casas de varios cubos de basura para separar la basura según su procedencia.
Algunas de las excusas para no hacerlo suelen ser la falta de tiempo o el desconocimiento.
Andreas Gursky nos muestra en su obra “Ohne titel XIII” un vertedero de México lleno de basura. Toneladas y toneladas de desperdicios que los ciudadanos de cualquier ciudad, en este caso de México, tiramos.
Estoy seguro de que más de la mitad de lo que se ve en las fotografías podían estar en una planta de reciclaje para formar parte de nuevos objetos, y sin embargo están llenando los vertederos de las ciudades.
Un ejemplo de cómo tiramos la basura en el primer lugar que vemos, lo tiene la obra “Olimpo, Valladolid”, de Gerardo Custance, en la que el artista nos ofrece una imagen de un bosque a las afueras de Valladolid, en la que además de llamarnos la atención el cartel del puticlub, y del contraste que hay entre los árboles y el césped, que está como descuidado, sucio, nos despierta interés ver los escombros que aparecen tirados en el campo.
Seguramente el albañil, o el operario que los tiró allí, lo harían por no perder el tiempo en llevarlo hasta un punto limpio.
En relación con esta obra también podemos hablar de la erosión del suelo, ya que también se aprecia cómo, seguramente tras años de descuidos y de muy pocos por no decir ningún trabajo de jardinería o cuidados que necesitan las plantas, el suelo presenta un aspecto viejo, propio de lugares como las afueras, lugares que por desgracia, casi siempre están poco cuidados, nada que ver con las imágenes que vemos en la propia ciudad.
La erosión del suelo también es el tema de la obra de Zang Huan “To add one meter to an anonymous mountain”, en la que un grupo de personas desnudas están apiladas para lograr un metro más de la montaña, en diferencia de lo que está pasando, que es el degrado de las montañas.
En las ciudades se puede apreciar con bastante facilidad las diferencias que existen entre unas y otras. Se diferencian las ciudades sufridoras y las ciudades causantes. Generalmente las grandes ciudades suelen ser las ciudades causantes de la contaminación, ya que son ellas las que tienen la mayoría de las industrias, aunque también hay que decir que ellas son ciudades sufridoras, ya que ellas también sufren las causas de la contaminación, en las aguas de la ciudad, en el aire.
Las ciudades más pequeñas y menos industrializadas son las que sufren las consecuencias que la contaminación de otras ciudades causa. Sus aguas no están lo suficientemente limpias, el aire que se respira no es tan puro como podría estar.
Ángel Marcos nos muestra en su obra “China”, el contraste del que hablamos. Se ve como en la misma zona hay grandes edificios de empresas y pequeñas chabolas, las cuales están siendo destruidas para dejar paso a rascacielos gigantes.
Algunos de los hábitos cotidianos en relación al medio de los hombres son el ahorro energético, el ahorro de agua o la utilización de transportes públicos.
Con pequeños gestos como estos, podemos cambiar poquito a poco el mundo en el que vivimos, y así mejorar el futuro de nuestro planeta.
Con respecto al transporte público, un servicio que todos nosotros pagamos, y que sin embargo, muy pocas personas utilizamos.
La gente está acostumbrada a coger el coche hasta para ir a comprar el pan, y es que si en vez de coger el coche para las pequeñas distancias, fuéramos andando o en transporte público, nos haríamos un gran favor a nosotros y a todos.
En esta sociedad alarmista en la que vivimos, y en la que la prensa tiene gran poder, ahora nos vienen con el cuento de que hay que reciclar o hay que ahorrar, como si antes no se tenía que hacer.
El concepto del ahorro viene de hace tiempo. Cada uno en su casa puede ahorrar, aunque nos cuesta mucho, porque esta sociedad si se caracteriza por algo eso es el despilfarro y el derroche de todos los recursos, agua, electricidad, etc.
Bien es cierto que no somos nosotros los que más gastamos, sino que son las grandes compañías. Pero para empezar no esta mal que nosotros lo hagamos, poco a poco, a lo mejor, las empresas también se proponen ahorrar, y viviremos en un mundo mejor.
Uno de los ejemplos más claros de derroche lo veo yo en las series de televisión, películas o anuncios, en los que se emplea gran cantidad de agua o electricidad.
¿Acaso ellos son inmunes?
Con esto quiero decir que todos somos los que tenemos que cambiar esto, no solo unos pocos.
